Monumento à Che Chevara. Santa Clara, Cuba. |
El Memorial
Está bien, Santa Clara,
De acuerdo:
Aunque la libertad de creación
Merece todo mi respeto
Quisiera sugerirle al escultor amigo
Teniendo en cuenta que ha de ser mi monumento
Que diseñe un lugar para el combate
Por la causa del pueblo,
Una trinchera,
Más bien un campamento,
Un sitio de batalla
Donde no habrá reposo ni en paz descanse
Para el guerrillero.
Advierto, desde ahora,
Que he de tener a mi mano un fusil
Y que he de estar despierto
Para espantar plegarias
Y lágrimas y ruegos,
Promesas y amuletos,
Milagros y oraciones,
Porque no soy un santo
Ni estoy muerto.
Llévenme resultados
Surcos de fuego, cañas cortadas,
Fábricas que se abren,
Aulas colmadas,
Trabajo voluntario,
Semillas que germinan,
Sonrisas y alboradas,
Poemas y canciones,
Y patrias liberadas.
Al enemigo solo el hierro y la bala.
Está bien, Santa Clara,
¡De acuerdo!
Es un buen sitio
Para echar a andar
De nuevo
Mis guerrilleros huesos.
Enrique Núñez Rodríguez
Un poema conmovedor, de principio a fin, en particular, para todos los que veneramos la inigualable figura del Che.
ResponderExcluirSolo dejaría como objeción a la presentación del mismo, la totalidad de mayúsculas que tienen sus versos, que dificultan sus pausas y por lo tanto su lectura, por lo demás me pareció estupendo.
Un abrazo revolucionario.